martes, 14 de julio de 2009

¿Por qué es necesaria una Educación para los Medios?

  • Según Juan Francisco Torregrosa (miembro de la Asociación de Educomunicadores)
Masterman aboga por una enorme ampliación de la conciencia crítica y el desarrollo coherente de programas educativos que fomenten la autonomía. Los acontecimientos, pasados o presentes, avalan la teoría de este autor que considera a los medios de comunicación como auténticas “Empresas de Concienciación”. En el caso del trabajo teórico-práctico con el medio televisivo en la enseñanza hay que ser conscientes de algo definitivo, en lo que coincide la mayor parte de la doctrina más autorizada: “¿Cómo no hacer entrar la televisión en la escuela, si ya está dentro, quiérase o no, por la influencia que ejerce sobre los saberes, las actitudes y los comportamientos de los alumnos? La televisión siempre es educativa, aunque lo sea de una manera que escape a la pedagogía”. Una vez constatado que el medio por excelencia es, como el resto de soportes, siempre educativo (o, si se quiere, deseducativo) a la escuela corresponderá enseñar a sus miembros a ver la televisión, a leer todos los medios en el aula.

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De la propaganda a la información (o el despertar de la conciencia crítica por la fuerza de los hechos)

La alfabetización mediática, como ejercicio de formación en la responsabilidad y la independencia de criterio, tiene aquí mucho que ver. La conocida idea según la cual la primera víctima de toda guerra es la verdad resulta muy cierta. Un ciudadano comprometido ha de intentar discriminar entre propaganda e información, y de esta manera avanzar desde la una hasta la otra. Los medios de comunicación, en especial la televisión, juegan un papel decisivo en aspectos como la definición de quién es el agresor, como ha destacado el sociólogo Javier Callejo en un artículo reciente en esta misma publicación. Pensemos también en otros hechos significativos como el denunciado en una carta al director publicada en la prensa nacional: Pedro Almodóvar dedica, en inglés, su premio Óscar, literalmente “a quienes alzan sus voces en contra de la guerra”. Y en el Telediario de Televisión Española dicen que dijo “a quienes están en contra de la guerra”. Y sin embargo el cineasta empleó el verbo “rise” (elevar, subir, levantar, alzar). Lo cual es bien distinto. Con razón se asegura que traducir es traicionar... En este caso o hay censura y mala fe o una ignorancia inexcusable.

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Qué distintas son ambas cosas. Por esa diferente percepción de la realidad comienza todo lo demás. Pero no culpemos a los medios, tan sólo sometamos a filtros racionales cuanto nos llega a través de ellos. Eso es lo que han hecho ante la guerra muchos miembros de la opinión pública, muchos ciudadanos. El atropello era tan grueso que no han engañado a casi nadie. Algunos políticos se han retratado. Pero más allá, y sobre todo, se ha evidenciado que la gente tiene un criterio, una capacidad de respuesta y conoce bastante bien dónde se sitúan los límites de lo tolerable.

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Fuente: "¿Por qué es necesaria hoy una educación para los medios?", Juan-Francisco Torregrosa

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